Muchos de vosotros os estaréis preguntando la evolución de vuestros ahorros una vez que, al menos eso parece, hemos salido de este confinamiento brutal a nivel mundial.
¿Volverá a producirse una nueva caída en los mercados?
¿Después del rally desde mínimos del 23.03, debemos consolidar?
¿Apostamos por el oro?
Una y otra vez, da igual el momento, el contexto, el tipo de crisis, la profundidad de la misma, dónde se produzca, el motivo y no sé cuántas cosas más, el hilo conductor a todas esas reacciones es …. EL MIEDO.
MIEDO a perder todos mis ahorros, mi patrimonio.
MIEDO a perder las ganancias que llevo en sólo tres meses (23.03 al 29.06).
MIEDO por la incertidumbre de saber qué pasará en el futuro.
MIEDO por nuestra salud, pues no sabremos si hay un rebrote si nos afectará a nosotros o a alguien de nuestro círculo familiar y de amistades.
MIEDO a la mala gestión económica, fiscal, social y política de los mandatarios que nos representan.
MIEDO a conflictos bélicos y comerciales entre países que son primeras potencias.
MIEDO a la diferencia entre lo que indican la situación económica según instituciones internacionales y la evolución de las bolsas.
MIEDO al exceso de deuda generado en el Mundo por las inyecciones de capital generadas en los principales bancos centrales.
¡¡ M I E D O !!
¿Sabes que existen dos pociones mágicas que resuelven todas tus angustias? Yo las he compartido contigo en multitud de ocasiones, cuando nos reunimos o hacemos una videoconferencia para valorar la situación de tu cartera de inversiones:
- La primera la llevo pidiendo desde el año 2005. Todavía no he conseguido que me hagan la entrega. Estoy preocupado porque son ya 15 años gestionando el pedido a través de plataformas de primer nivel como Amazon, Aliexpress o Wallmart . Es una bola de cristal que me diga qué sucederá en los mercados financieros en un futuro próximo.
- La segunda poción mágica es la que llevo aplicando con todos mis clientes y es la que propongo a amigos, conocidos y potenciales clientes: definir y concretar objetivos personales, horizonte temporal para cada inversión y poner y respetar una estrategia.
Lo de poner y respetar horizontes temporales y estrategias es importante.
Leyendo a uno de los grandes, John C. Bogle, en su libro “Cómo invertir en fondos de inversión con sentido común” explica lo siguiente:
…“En 1997, el promedio de rotación de los fondos de renta variable de Estados Unidos ascendió al 85%. Los gestores de cartera, en promedio mantenían las acciones en cartera durante un período apenas superior a un año. Ese comportamiento no es propio de los consultores financieros, a quienes se les confía la responsabilidad fiduciaria de administrar con prudencia los activos del cliente”…
Cuando tú cliente, aceptas una estrategia para invertir poco a poco durante, por ejemplo, 12 meses, un determinado capital para aprovecharte de posibles caídas que se den en los mercados … te pregunto:
¿Por qué lo entiendes perfectamente en el momento de la propuesta y, sin embargo, me dices que pare las aportaciones o incluso que lo venda todo cuando los mercados caen?
¿Por qué te extraña que, a pesar que en el plazo inmediato o corto plazo, te pida que realices una aportación adicional a tus inversiones, a pesar de las pésimas rentabilidades del momento, del plazo inmediato?
Todo tiene una explicación. No se trata que tú mismo quieras sabotear la planificación que acordaste conmigo, sencillamente tienes un comportamiento inversor natural, humano, movido por ese miedo del que hablábamos antes. Actuar de esta manera te lleva a lo que siempre ha ocurrido:
Si te fijas en esta imagen, los momentos de declives conllevan retiradas de capital de los fondos de inversión. Y, cuando la recuperación ya está más que constatada, casi en la cúspide, es cuando los inversores vuelven a entrar e invertir.
Me gustaría cerrar este post con esta reflexión:
…”El mercado es sencillamente imprevisible a corto plazo, no es posible saber qué ocurrirá de un mes a otro, ni siquiera de un año a otro. No deberíamos esperar que fuera previsible, y tampoco basar nuestras decisiones financieras en impulsos inspirados en la sabiduría popular del día”…
John C. Bogle – 1.999