Últimamente, las palabras recesión e inflación, están siendo protagonistas en nuestro vocabulario habitual. Igual que lo fueron otras, no hace tanto tiempo: Coronavirus, Brexit, prima de riesgo, corralito, subprime, preferentes, …, ¿Se te ocurre alguna más que me haya dejado?
Y yo me pregunto, ¿Qué ha sido de todos estos momentos tan terribles en los que todos utilizamos palabras y vocabulario que apenas entendíamos?
No digo que estén olvidados, no puede relegarse al ostracismo a aquellas personas que han perdido a seres queridos en la pandemia o a otras, cuya parte importante de sus ahorros se desvanecieron, en épocas ya lejanas, como cuando se colocaban preferentes a todo trapo.
Lo que afirmo es que el progreso no lo para nadie, que esas crisis finalizaron y que esta también lo hará, no tengo ninguna duda de ello.
Esta vez NO es diferente. Es una frase que utiliza una entidad bancaria italiana. Creo que tiene sentido usarla, si nos enfocamos en la oportunidad que supone hoy mismo esta situación de los mercados y no tanto en la problemática que desde muchas perspectivas nos hacen ver. Observa esto:
El titular que aparece en el gráfico de tu derecha de Pictet,”The worst first half of the year for investors since …1932″, traducido al castellano nos dice algo así como “El peor primer semestre para los inversores desde … 1932”. No quiero pecar de simple, y entiendo que para un ahorrador que se haya mantenido invertido lo que llevamos este 2022, la caída del -8,60% que sufre en sus carnes hasta hoy no es placentera, mucho menos si nos fijamos en el -24% como caída máxima desde primeros de año. Sin embargo, yo cambiaría la perspectiva y me centraría en dos conceptos básicos:
- ¿Cuál fue el motivo que provocó que decidieras invertir en su día tu capital en los mercados de renta variable? Si hace 6 meses que empezaste con la intención de gestionar un patrimonio para poder pagar la entrada de una vivienda en los próximos 5 años, ¿Qué ocurre? ¿Vas a comprar el piso o la casa hoy mismo por el mero hecho de la caída de los mercados? ¿Acaso hemos llegado ya al 2027 o seguimos estando en 2022?
Otro ejemplo, si estás administrando tus inversiones para que con ellas puedan mantener tu nivel de vida en un futuro, pongamos que para cuando quieras jubilarte, ¿Vas a vender todo porque ya has cumplido los 67 años o, quizás, aún te quedan un número importante de años para llegar a esa etapa? - El otro enfoque tiene que ver con una frase, muy utilizada en estos momentos del ciclo económico, que dice algo así …”¡Aún puede caer más!“…
¡Pues tienes toda la razón, puede caer más, o no!. Pongamos que estás en lo cierto. Lo que quieres decir con esa afirmación es que, ¿Vas a invertir todo tu dinero sólo y exclusivamente cuándo se den las valoraciones mínimas, a los precios más bajos, para llevarte la máxima rentabilidad?.¿Cómo sabes que no se han dado ya esas valoraciones mínimas? ¿En qué te basas para pensar que no hemos tocado suelo, aún?
Una de las características de los mercados de renta variable es que se recuperaran muy rápido y que lo hacen con una antelación entre 6 y 12 meses, incluso cuando todavía la población no ve mejoras patentes en su día a día: siguen cerrando los comercios del barrio, alguien de la familia vive una situación de paro, los telediarios y la prensa abre con frases del estilo …”Lunes negro” … “El peor primer semestre desde 1970” … “Recesión a la vista”, las familias dejan de pagar sus hipotecas, …, etc.
Hazte el favor de darte la ocasión de proyectar en tu mente una realidad distinta, también cierta, verídica y contrastada. Cada año, absolutamente, se producen correcciones dentro de los mercados financieros. Es inevitable. La variabilidad, la mal entendida volatilidad, es inherente a los mercados de renta variable, también a los de renta fija. En ocasiones, pueden parecer más asumibles desde el punto de vista del inversor, en cuanto al tiempo que duran y al porcentaje de las mismas; en otros momentos, como los vividos en esta primera parte del año, son más pronunciadas y eso genera estrés.
¡Y si te dijera que de los últimos 42 años, 32 han finalizado con rentabilidad positiva, a pesar de caídas del -24% y del -34% generadas en el mismo ejercicio!, ¿Te lo creerías? ¿No? Aquí, a tu izquierda, tienes un gráfico de JP Morgan Asset Management, en el que se refleja precisamente eso, en el S&P500, desde 1980.
Como dije en mi post anterior, si realmente eres un inversor de largo plazo, no puedes permitirte no invertir más, hoy mismo. El PIB mundial se ha multiplicado por dos en los últimos 20 años, el mundo sigue creciendo, aparecen los primeros datos indicativos positivos que nos muestran que, zonas como China, empiezan a abrir sus fronteras y a tener niveles de intercambio económico mayores a los que han tenido en los últimos 12 meses. ¿Sabías que algunas de las mega tendencias que van a impulsar este nuevo mundo están basadas en sectores como la innovación tecnológica, los cambios demográficos, urbanización y sostenibilidad? ¿De verdad crees que todo esto está parado hasta que la macroeconomía ofrezca mejores datos? En absoluto.
Y volviendo a esa patética afirmación tan manida …¡Aún puede caer más!… tengo una sorpresa para ti, que espero te haga explotar la cabeza.
¿Para ti es muy importante la diferencia entre ganar un +50,2% en los próximos 12 meses a ganar una cifra más alta? Si no lo es, ya tardas en invertir.
Como dice un asesor, al que aprecio mucho y sigo con mucha atención, Pablo J. Domínguez :
Cuando la confianza del consumidor (esas sensaciones que un cliente tiene cuando dice “creo que ahora no es momento, me voy a esperar, con la que va a caer yo no invierto aún , etc..”) es baja o da los menores datos, mirad qué rentabilidad han dado 12 meses después la bolsa americana. Dicho de otro modo, invertir en base a tus sensaciones de ahora es la mejor forma de perder dinero y rentabilidad (ya que la economía financiera va con un adelanto de 6-12 meses de la economía real) ¡No hay más preguntas, señoría!
Y esto, es lo que expone una gestora americana, una de las que goza mayor reputación a nivel mundial, pero también funcionan las matemáticas, de toda la vida han sido una ciencia exacta. ¿Cuándo un mercado cae un -24%, cuánto dirías que tiene que subir ese mercado para que tus inversiones recuperen la totalidad? Pues ni más ni menos que un +31,58%.
Con el foco adecuado, podemos eliminar la palabra “recuperar” e incluso plantear la misma pregunta desde otro plano. ¿Cuándo un mercado cae un -24% o cae un -30%, la diferencia de ganar en el mismo plazo de tiempo un + 31,58% o ganar un + 42,86%, es muy significativa para ti? Lo dicho, si no lo es, ya tardas en invertir; si te parece importante esa diferencia, añade a tu cartera de inversión tu munición financiera poco a poco, mediante la entrada progresiva del capital en diferentes momentos, para llevarte con una parte una porción de la rentabilidad y con otra el resto, pero nunca esperes a adivinar el mejor momento porque el tren puede haber pasado de largo varias estaciones sin haberte dado cuenta.
Estos son algunos de mis consejos finales:
- Si tu asesor no te ha llamado, busca otro y borra su teléfono de la agenda. No te sirve para nada que se esconda en estos momentos.
- Si sigues a algún gurú o sabio de las finanzas y lees de su parte datos muy negativos, te transmite pesimismo generalizado, es un buen barómetro para llevarle la contraria y actuar con precios más bajos y un sentimiento de desolación más generalizado.
- La oportunidad de inversión no solamente la vas a encontrar en renta variable, los mercados de renta fija nos aportan también valoraciones atractivas.
- Si crees que aún no hemos visto lo peor, bien, pero pon a trabajar ya mismo una parte de tu munición en liquidez y, en todo caso, guárdate otra poquita por si estás en lo cierto.
- No intentes adivinar los mínimos a los que se pueden dirigir los mercados a los que sigues, pueden haberse dado y que tu no te hayas enterado de la película. Recuerda que los mercados se anticipan en un margen de tiempo que oscila entre los 6 y 12 meses. ¡Luego no digas que no te avisé!