Hace ya unos años, acudí a un curso de finanzas personales del gran Dimitri Uralov. Me hizo ver que, uno de los primeros pasos para que mis finanzas estuvieran alineadas con mi ser, con lo que más quería en este mundo, era realizar el siguiente ejercicio: TU VIDA IDEAL
La dinámica de este ejercicio consiste básicamente en:
- Coger papel y lápiz. No sirve escribirlo en la pantalla de un portátil, tampoco en tablet. Es tal cual, lápiz y papel. Quiero recordaros algunas de las ventajas de hacerlo así:
- Favorece la creatividad, el pensamiento crítico y la recuperación de la memoria.
- Ayuda a aprender a leer y escribir.
- Facilita la creación de esquemas.
- Previene de las distracciones.
- Se mantiene el cerebro activo a medida que se envejece.
- Piensa como sería tu vida ideal y escríbela. Uno de los consejos que recuerdo que nos dio Dimitri fue, para facilitar la tarea, pensar en un día ideal.
- Calcular los recursos necesarios. Puedes ir creando una lista, por supuesto, escrita también con papel y lápiz, en la que, al lado de todo aquello que se te pase por tu mente para que sea un día ideal, puedas ir anotando la cantidad de dinero que va a ser necesaria para llevarlo a cabo.
Una vez hayas acabado con todo lo que te gustaría hacer, es tan sencillo como sumarlo y multiplicarlo por los 365 días que tiene un año. Es cierto que no todos los días serán iguales, ni harás las mismas cosas, pero, sin duda, te darán un valor aproximado de los recursos que vas a necesitar para vivir como realmente te gustaría hacerlo.
Este es el primer paso, en cuanto a materia financiera se trata, que toda persona debiera plantearse antes de valorar otras cuestiones de su situación financiera: Crear primero en su mente la vida que quiere para él y para su familia.
A partir de este punto, empezamos a entrar en los números y en la elaboración de una herramienta básica: EL PRESUPUESTO FAMILIAR. Nos ha de servir para tener la información de manera precisa para averiguar en qué nos gastamos el dinero, priorizar los gastos y vivir dentro de nuestras posibilidades y gozar de esa tranquilidad económica tan codiciada. ¿Cómo lo haremos?:
- Identificando los tipos de ingresos de los que disponemos. La parte de los ingresos, para una persona trabajadora (da lo mismo si ingresa € 1.000 como si son € 10.000 al mes) son más difícil de incrementar de manera rápida, ya que trabajar como empleado y recibir un incremento de sueldo importante no es una tarea fácil ni inmediata. Cierto es que, independientemente de nuestra situación laboral, podemos crear ingresos pasivos que complementen los tradicionales, ya sea con la gestión de nuestras inversiones (ingresos gestión capital), como escribir un libro o crear un sistema que nos genere por sí solo nuevas líneas de ingresos. Lo que quiero decir es que, aún pudiendo actuar sobre esta parte del presupuesto, la inmediatez de generar nuevos recursos en base a nuestras necesidades o estilo de vida deseado no van de la mano.
- Clasificación de los gastos. Si acudimos a la página web finanzasparatodos.com encontraremos la clasificación de los gastos de cualquier familia:
- Gastos fijos y necesarios. Son los inevitables, los que sí o sí debemos atender. Hipoteca o alquiler de la vivienda habitual, gastos comunidad, seguros del hogar, seguros del vehículo, los préstamos que tengamos en marcha, impuestos como el de circulación o la contribución, son gastos que pertenen a esta categoría. Muy importante: el ahorro mensual debe ser considerado un gasto fijo y necesario.
- Gastos variables necesarios. Sin duda uno no vive solamente pagando deudas, impuestos o el alquiler de la vivienda. Los gastos que aquí se registran son también necesarios, pero los etiquetamos como variables ya que somos nosotros los que vamos a decidir la cuantía de gasto. Por ejemplo, se necesita comer, pero no es necesario comer todos los días jamón ibérico y salmón de la mejor calidad. Algunos ejemplos de este tipo de gastos serían: alimentación, suministros, limpieza, ropa, calzado, farmacia, educación, libros, profesores de clases privadas, comida para mascotas, sus veterinarios, la gasolina, transporte público, el mantenimiento de los vehículos, …, etc.
- Gastos discrecionales. Estos son de los que podemos prescindir, aunque también son los que más nos gustan. Por ejemplo: la tintorería, el gimnasio, los restaurantes, el tabaco, ir al cine, los regalos, las bodas, la televisión de pago, las vacaciones y las apuestas, entre muchísimos otros.
Si os dais cuenta, una vez realizado el ejercicio de TU VIDA IDEAL así como el PRESUPUESTO FAMILIAR, será relativamente más sencillo poder entrar a valorar qué queremos para nuestra vida. Lo haremos de la siguiente manera:
- Desde el punto de vista de los ingresos tendremos que analizar si, los que recibimos, provienen todos de nuestros rendimientos del trabajo y si cabe la posibilidad de generar nuevas maneras de generarlos.
- Partiremos de la base que debemos ingresar más que lo que gastamos, tan fácil y tan difícil como eso. Cuando se trata de hacer recortes, ya sea para equilibrar el presupuesto o para adaptarlo a nuestra vida ideal, los primeros gastos a ajustar son los discrecionales, sin duda. Hay que tener en cuenta que pedir una pizza a domicilio o ir al gimnasio, no son gastos fijos necesarios. Trabajar en este punto duele, parece incluso que le quite sentido a la vida de cada uno de nosotros, pero si el ejercicio de TU VIDA IDEAL está hecho a pura conciencia, será menos complejo coger la tijera y dejar de hacer cosas que, en esencia, son superfluas para el objetivo de vida que buscamos.
- A partir de aquí entramos en los gastos variables necesarios. Se trata de ajustar pequeñas cosas haciendo un uso más adecuado y racional: utilizar el transporte público en lugar de pagar por gasolina y parking, sería un ejemplo.